
La aparición de granitos en la zona genital femenina es un motivo frecuente de preocupación. Muchas mujeres se alarman al notar estas pequeñas lesiones, ya que pueden relacionarlas con infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, los granitos íntimos tienen múltiples causas, la mayoría de ellas benignas y tratables.
La foliculitis ocurre cuando los folículos pilosos se inflaman, normalmente después de depilarse o rasurarse. Aparecen granitos rojos o con puntitos de pus que suelen desaparecer en pocos días.
El uso de ropa interior muy ajustada o hecha con materiales sintéticos puede generar fricción y sudor, provocando irritación y la aparición de granitos en la piel.
Son pequeñas glándulas sebáceas visibles que pueden aparecer en labios mayores o menores. No son peligrosas ni contagiosas, aunque a veces se confunden con una infección.
Son pequeños bultitos bajo la piel, de consistencia dura o blanda. Suelen ser benignos, pero si crecen o causan molestias, conviene acudir a revisión.
Algunos granitos en la zona genital pueden deberse a infecciones como el Virus del Papiloma Humano (VPH), el herpes genital u otras ITS. En estos casos, los granitos suelen acompañarse de dolor, ardor, secreción o cambios en la piel.
El contacto con productos como jabones íntimos, detergentes o preservativos de látex puede causar irritación y pequeñas lesiones en la zona genital.