Después de un aborto pueden aparecer emociones muy diversas: alivio, tristeza, calma, confusión o incluso sentimientos contradictorios. Todas estas reacciones son normales. Aunque la decisión haya sido clara y consciente, el impacto emocional puede variar con el paso de los días.
La recuperación psicológica no sigue un ritmo fijo y es un proceso personal. Permitirte sentir, hablar de lo que te ocurre y pedir apoyo —ya sea a personas de confianza o a profesionales— forma parte del autocuidado. Si las emociones resultan intensas o persistentes, buscar ayuda psicológica puede ser muy beneficioso.
Tanto después de un aborto farmacológico como de uno quirúrgico, se recomienda reposo relativo durante las primeras 24 horas. Es habitual experimentar cansancio, sensibilidad o molestias leves en la parte baja del abdomen, similares a un dolor menstrual.
Tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse a los cambios hormonales y físicos, por lo que es importante no exigirte más de lo necesario durante los primeros días.
Si presentas dolor o molestias, no te automediques. Utiliza únicamente la medicación indicada por tu médico, que suele incluir analgésicos adecuados para aliviar el malestar de forma segura. Si el dolor aumenta o no mejora, consulta con el equipo sanitario.
Durante los primeros días tras el aborto, evita realizar esfuerzos intensos, levantar peso o practicar ejercicio físico exigente. Estas actividades pueden aumentar la presión abdominal y retrasar la recuperación. A medida que te sientas mejor, podrás retomar tu rutina de forma progresiva, siguiendo siempre las indicaciones médicas.
Después de la interrupción del embarazo, la zona genital está más sensible y vulnerable a infecciones. Por ello, se recomienda:
Mantener una higiene íntima suave y adecuada ayuda a prevenir complicaciones.
Durante los días posteriores al aborto es normal presentar algunos síntomas transitorios, como:
Estos síntomas suelen desaparecer de forma progresiva. Si el sangrado es muy abundante, aparece fiebre o mal olor, consulta de inmediato con tu médico.
La primera menstruación tras el aborto suele aparecer entre 4 y 6 semanas después (aproximadamente entre 28 y 45 días).
No se recomienda mantener relaciones sexuales con penetración hasta que el profesional sanitario lo autorice. Esta espera permite reducir el riesgo de infecciones y facilita que el sangrado haya cesado por completo.
Si tienes cualquier consulta relacionada con tu aborto, tu recuperación o tu salud sexual y reproductiva, no dudes en contactar con Centro Médico Mujer. Nuestro equipo está para acompañarte, resolver tus dudas y cuidar de ti en cada etapa del proceso.